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sábado, 5 de febrero de 2011

EL DERECHO EDUCATIVO Y LOS NUEVOS ACUERDOS DE CONVIVENCIA

PARA UNA SOCIEDAD ALTAMENTE EVOLUCIONADA.

I.-INTRODUCCIÓN
Como lo he afirmado en documentos anteriores, es necesario lograr la legitimación del derecho por medio del laboratorio escolar.
La premisa sería dejar de lado el derecho individual para transformarlo en un derecho humano y social.
Para ello debemos lograr que la norma basada en la validez formal tras sortear un proceso para su sanción y promulgación, se transforme y conceptualice en una norma cuyo requisito de validez será formalizado por su aceptación y concientización de acatamiento realizado por todos y cada uno de los integrantes de la comunidad escolar.
El cambio de paradigma se estructura por la transformación de una norma basada en la coerción y la coacción; que es impuesta por el miedo a la sanción; por otra normativa escolar cuyo cumplimiento se produce por la concientización de todos los sujetos intervinientes, sobre la necesidad de su cumplimiento para el objetivo del bien común.
Para lograr este fin la construcción de las normas deben cimentarse en valores de respeto por el otro, de solidaridad y cooperación y se logrará mediante un proceso escolar basado en inculcar a todos y cada uno de los integrantes de la comunidad educativa la tolerancia y la aceptación de puntos de vistas diferentes.
Al mismo tiempo el régimen disciplinario; estructurado en base del castigo y expulsión del sistema escolar; deberá transformarse en un proceso de aceptación e integración del infractor, por medio de la concientización del mismo en los valores de convivencia, cuyo fin es el bien común de la sociedad escolar.
En definitiva la legitimación del derecho en el laboratorio escolar se producirá por el cambio radical de una norma que cerrada e impuesta por la mayoría triunfante, basada en el miedo a la sanción, por una nueva norma abierta a la comunidad y lograda mediante acuerdos producto de la participación de todos y aceptada por todos, en base a valores definidos por la comunidad como prioritarios para el logro del bien común y la convivencia en paz.

II.-PAUTAS PARA LOGRAR LOS ACUERDOS

El logro de este fin estará basado en los siguientes puntos:
a) La unidad de toda la comunidad educativa.
b) La extirpación de la razón.
c) La abolición de la violencia para resolver los problemas.
d) Compartir con estricta igualdad.
e) Evitar la discriminación y el juzgamiento.
f) Considerar al otro como a ti mismo.
g) Preservar el medio ambiente.
h) Erradicar el sentido de apego material.
i) Practicar la igualdad entre todos los integrantes de la comunidad educativa.
j) Tener una participación activa y constante.

III.- LA UNIDAD.
La participación y la unidad de toda la comunidad educativa en aras del bien común, es la base de la propuesta para lograr los acuerdos de convivencia, ya que la unidad es la naturaleza esencial de todas las cosas.
Para ello todos los integrantes de la comunidad educativa deben participar y hacerse responsables de sus acciones y de su conducta, concientizados que para convivir debemos escuchar al otro, y entender que lo que es bueno para el otro, es bueno para nosotros y por tanto lo que no es bueno para otro, tampoco lo es para nosotros. Todos los integrantes de la comunidad deben tener presente que lo que hacemos a otro nos lo hacemos a nosotros mismos; y que lo que dejamos de hacer por otro, lo dejamos de hacer por nosotros mismos.
Por tanto, hay que erradicar definitivamente ese concepto humano de hacer cosas para molestarnos lo unos a los otros.



IV.- LA “SIN RAZÓN”
Como segunda sugerencia para llevar adelante un plan de convivencia escolar exitoso, es abolir definitivamente la necesidad imperiosa y obsesiva de querer “tener la razón”.
Esta forma de pensar de que nuestro punto de vista y nuestras creencias son la única verdad del universo y que debo de cualquier manera imponérselo a los otros, a traído la mayoría de los conflictos y violencia desatada en nuestra historia universal.
Por eso, la base de la convivencia estará en la suprema tolerancia de todos y cada uno de los integrantes de la comunidad educativa, para saber convivir con criterios distintos, con culturas diferentes y con formas diferenciadas de opiniones subjetivas, teniendo como premisa el valor del acuerdo basado en el bien común de la sociedad escolar.

V.- LA NO VIOLENCIA
En este punto la formación educativa es fundamental, ya que si adoptamos la cultura de paz en nuestra comunidad, podemos cambiar la vida de cada uno de sus integrantes y transformar la sociedad local y universal.
Si pudiéramos hacer reflexionar sobre la inutilidad del uso de la violencia para dirimir nuestras disputas, nunca utilizaríamos la fuerza o la violencia para resolver las diferencias; si contempláramos al otro, no como un adversario, sino como una persona humana idéntica a nosotros, nunca nos atacaríamos, heriríamos, porque comprenderíamos que estaríamos haciendo esto a nosotros mismos, y que tarde o temprano sentiríamos el efecto de lo que estamos haciéndole al otro en nosotros mismo.
En definitiva esta conducta de amor al prójimo debe surgir de la naturaleza profunda del ser humano y basar la interrelación comunitaria en la bondad y el amor, erradicando del seno comunitario todo atisbo de violencia y reemplazarla con la solidaridad, la cooperación, la empatía, la honestidad, la honradez, etc., todos valores de la cultura de paz.

VI.- COMPARTIR POR IGUAL
Debe ser una premisa para la comunidad educativa el fomentar la cooperación entre sus integrantes, los que deben compartir por igual todos sus logros, deberían asegurarse que ninguno de sus integrantes tenga carencias y si existieran deben concurrir en solidaridad para erradicarlas.
Deben formarse en la conciencia de que para vivir en comunidad se debe compartir, que no hay que abandonar al otro y construir únicamente la propia felicidad personal.
Hay que considerar al prójimo como alguien tan o más importante que uno mismo.
La esencia de las normas de convivencias acordadas deben estar dirigida al bien común y no al bien propio, contemplando el derecho y las aspiraciones de todos y cada uno de los integrantes de la comunidad educativa.

VII.- LA DISCRIMINACIÓN Y EL JUZGAMIENTO
En busca de lograr una comunidad altamente evolucionada, debemos formar a sus integrantes en el respeto de las diferencias multiculturales y la no discriminación.
Debemos ser todos tolerantes y escuchar al otro sujeto de la comunidad educativa, sin juzgarlo y sin aislarlo, reconociendo lo diverso y propio de cada integrante y tolerando con respeto sus diferencias individuales y culturales.
Se concientizará a cada sujeto integrante de la comunidad en ser honestos y responsables de sus acciones y solo buscar el bien para todos y formarlos en cómo lograr una interrelación sin juzgamiento ni condenas.


VIII.- EL RESPETO POR EL OTRO
La base de la formación y consolidación de las normas de convivencia acordadas en la escuela, estará dada por la “empatía”, esto quiere decir que debemos conocer los sentimientos del otro, sentir lo que el otro integrante de la comunidad educativa siente y en todo momento responder con amor a la aflicción del otro sujeto que comparte nuestras acciones y anhelos.




IX.- CULTIVAR EL AMOR EN LA ESCUELA
Se debe concientizar a la comunidad escolar que el amor no es una repuesta sino una decisión, no es una reacción, es una acción, no tomarlo como una declaración de cómo es la otra persona y lo que ha hecho, sino de quien somos nosotros y lo que escogemos hacer.
Todos deben estar capacitados para ser capaces de amar a todos en libertad, de la forma que todos considerasen apropiada en cada momento, tomando en cuenta la conciencia, la honestidad, y la responsabilidad. El amor les debe dar todo a todos sin requerir retorno.

X.- PROTEGER NUESTRO MEDIO AMBIENTE
Debemos tener la conciencia de que los acuerdos de convivencia deben estar basados en proteger y cuidar nuestra ecología, conservando y no destruyendo nuestros recursos naturales, debemos concientizar que dichos recursos no pueden ser propiedad de nadie y que solo pertenecen a la humanidad.
Tenemos que bregar para que cuidemos sabiamente los productos de la tierra y que estos estén disponibles justamente para todos.


XI.- NO AFIRMAR SER SUPERIOR
La idea de que somos “mejores” en cualquier forma que otros, es lo que nos ha permitido justificar nuestras acciones de quitarle a otro lo que es suyo o no darle a otro lo que es nuestro.
Hemos compartido todo tipo de atrocidades contra la humanidad con el razonamiento de que tenemos el derecho de hacerlo por nuestra raza, religión o nacionalidad “superior”.
Cuando otros usan la violencia contra nosotros, nos sentimos víctimas, pero cuando usamos la violencia contra otros, lo justificamos afirmando que nuestra razón es superior.
Debemos por lo tanto dejar de creer que nuestra razón es superior y aceptar al otro empáticamente.

XII.- CONCLUSIÓN
El Derecho Educativo en definitiva debe bregar para que el desempeño de la comunidad educativa y su misión de crear normas de convivencia escolar, se basen en acuerdos evolutivos hacia una nueva comunidad altamente evolucionada.
Esto se lograría con pequeños pasos día a día, que transite una senda de unidad, reuniéndose en cada escuela para consensuar las nuevas formas de ser, sus posibilidades y sus desafíos para forjar un camino, para que la humanidad viva junta en armonía sobre nuestro planeta.