I.-
Introducción:
El Derecho Educativo al desarrollar su plan para la
convivencia escolar (PDECE) debe tener como ejes rectores del mismo realizar
acuerdos de convivencia que prevengan la violencia en el entorno escolar, con
la meta de preservar los intereses superiores de los niños, niños y
adolescentes, la focalización en los derechos humanos y la promoción de la
cultura de paz.
En numerosos documentos anteriores expresamos que la
violencia no se puede combatir con la violencia que genera la sanción de las
normas del derecho actual, sino que debemos rechazar todos los medios
represivos y/o gratificante para lograr el acatamiento de los acuerdos de
convivencia; debiendo trabajar en la concientización de la comunidad educativa
para que se haga cargo de la responsabilidad de su cumplimiento.
El maltrato escolar, incluye al personal docente y
administrativo, directivos de escuelas, padres, madres de familia y, en su
caso, tutores, como posibles generadores de maltrato escolar y como parte de
una comunidad educativa.
El maltrato entre escolares que permite enfocar la atención de un
problema que se presenta en específico entre miembros de la comunidad
educativa, conocido como bullying.
Se debe reconocer varios tipos de maltrato entre escolares: el
psicoemocional; el físico directo; físico indirecto; relacionado con las
pertenencias del estudiante; sexual; verbal y por medio de las tecnologías de
la información y comunicación o cyberbullying, a través de la difusión de mensajes,
fotos o videos en celulares, Internet, fotografías o videos.
Por lo tanto es necesario hoy incorporar como principales
normas de convivencia, acuerdos que contemple la erradicación de la violencia en las escuelas, fenómeno que impacta
directamente en el rendimiento escolar y salud física y psico-emocional de
quienes están expuestos a ella.
II.-
Antecedentes
La Convención sobre los Derechos del Nino, en su
Articulo19, se refiere al maltrato infantil, como: “toda violencia,
perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o
explotación, mientras que el niño se encuentre bajo la custodia de sus
padres, de un tutor o de cualquiera otra persona que le tenga a su
cargo”.
El Consejo Europeo, en 1981, define maltrato como “los
actos y las carencias que afectan gravemente el desarrollo físico, psicológico,
afectivo y moral del niño o niña, ejecutados por los padres o cuidadores o
personas adultas alrededor de él o ella”.
La existencia de creencias y prácticas culturales
inapropiadas, pero consideradas normales y/o validas, permitirían la
reproducción en el tiempo de conductas como el maltrato (ejemplo: el castigo
como forma de aprendizaje).
Se tiende a confundir educación con la aplicación de
conductas violentas, considerando que si no hay violencia, no se está educando
ni estableciendo una adecuada disciplina.
Es muy importante aprender a educar en vez de castigar,
identificar cuáles son las emociones que nos mueven hacia el castigo y, por lo
tanto, a la aplicación de cualquier tipo de violencia.
La violencia no es una consecuencia inevitable de la
condición humana. Nuestra meta debe ser crear entornos positivos, no violentos
para y con los niños, niñas y adolescentes, en sus hogares, escuelas,
instituciones y en la comunidad.
Protegerlos contra la violencia tiene un inmenso
potencial para reducir todas las formas de violencia en la sociedad
Recuerden: En las situaciones de maltrato hay una persona
que se siente acosada y maltratada por otro (u otros). El maltratador se hace el
fuerte y obtiene poder ante los demás. A pesar de ello, una persona que actúa
así -con desprecio y falta de respeto hacia otro- realmente no es valorada,
respetada o admirada sino temida. Lo único que conseguirá será el miedo de los
demás, no su respeto.
III.- Leyes
sobre mal trato escolar
En los últimos tiempos están elaborándose numerosas leyes
y proyectos de leyes tanto en los ámbitos nacionales como provinciales, sobre
el maltrato escolar. Si bien estos dispositivos legales pueden servir como
marco jurídico para las comunidades educativa, creemos más conveniente que se
trabaje diariamente en los acuerdos y normas de convivencia como medida eficaz
para poder combatir el mal trato escolar.
El objetivo
de las leyes es garantizar el derecho a una convivencia pacífica, integrada y
libre de violencia física y psicológica, como también orientar la educación
hacia criterios que eviten la discriminación, fomenten la cultura de la paz y
la ausencia de maltrato físico o psicológico, conocido con el término de "Bullying".
Se considera
especialmente graves los hechos de violencia ya sea física o sicológica, que
cometan adultos a alumnos miembros de la comunidad educativa.
La agresión
puede ser por medios tecnológicos o cualquier otro medio, por tanto las normas
deben incluir al hostigamiento realizado
por medios virtuales. Por ejemplo: el o los alumnos que insultan o amenazan
reiteradamente por Facebook a un compañero, desde el computador de su casa o
desde un ciber café, también realizan acoso escolar, aunque no se encuentren en
el ámbito de la escuela.
Hoy ya no solo es la agresión y el acoso físico de frente, sino a través
de las redes sociales y correos electrónicos, es decir, el acoso ya no solo es
exclusivo de la escuela, ahora se da en la vida y hogar de los niños, niñas y
jóvenes acosadores y víctimas, por lo que se ha extendido el daño que causa.
Si bien el
maltrato escolar no es un fenómeno nuevo, recientemente, la tecnología y las
redes sociales han multiplicado exponencialmente el alcance y el impacto de
este problema. El acoso cibernético (o
cyberbullying) se lleva a cabo en Internet y con teléfonos
celulares y puede tener, como el acoso escolar, consecuencias negativas en la
salud mental: el abuso de sustancias y el suicidio.
Un niño que
se siente intimidado y maltratado por sus compañeros de forma repetida y
sostenida, expuesto a agresiones físicas, verbales o sociales, es un niño en
riesgo. El bullying es inaceptable, afecta tanto al niño acosado, al acosador y
al espectador. No es “cosa de chicos’ y desde ya que no es un juego.
IV.- Recursos del Derecho Educativo para
sensibilizar y concienciar contra los malos tratos en la escuela
Acciones:
Es conveniente comenzar a tratar
el tema del bullying, acoso escolar o maltrato de forma positiva. Es decir,
trataremos de favorecer los buenos tratos y las relaciones positivas entre
todas las personas que conviven en la escuela.
Ayudemos a la comunidad educativa
a participar y acordar normas de convivencia que logren poner de manifiesto su
voluntad para erradicar todo mal trato escolar.
Medidas para aplicar en la escuela:
- Formación del docente para el conocimiento, detección y actuación
ante situaciones de acoso escolar.
·
Crear un grupo
de docentes comprometido con la mejora de la convivencia
- Reuniones con padres y tutores, charlas sobre el tema y sobre aspectos de la
educación familiar relacionados.
Medidas para
aplicar en el aula:
·
Acordar normas
de aula sobre agresiones y amenazas: Ejemplos: “No intimidaremos a otros
compañeros”, “Intentaremos ayudar a los que sufran alguna agresión”, “Nos
esforzaremos en integrar al alumno que se aísla con facilidad”… Analizar
situaciones: estudios de casos, role-playing o vídeos. Favorecer la empatía.
·
Prestar
atención a las conductas positivas y reforzarlas:
Valor del elogio.
·
Establecer las
consecuencias que correspondan por el incumplimiento de las normas: reparaciones. Los mejores resultados se obtienen con elogios generosos.
·
Realizar "Asambleas
de Clase" para el seguimiento de las normas.
·
Favorecer el aprendizaje
cooperativo y el trabajo en grupo.
·
Crear un clima positivo: Organizar actividades colectivas de dinámicas de
grupo, excursiones tutoriales, actividades festivas...
·
Realizar
reuniones con las familias.
·
Crear la
Comisión o el Observatorio de Convivencia del Aula: Constituida por el docente tutor y el Alumno Ayudante o Mediador del
grupo (en el caso de que lo hubiese). Revisar el ambiente de convivencia y las
relaciones sociales en el grupo-clase, analizar problemas y situaciones
individuales...
Medidas individuales:
·
Hablar con la
víctima: Importancia de comunicar su
situación. Garantizar su protección y seguimiento del problema. Informarle de
los pasos que se van a dar.
·
Hablar
seriamente con el alumnado agresor: Actuar con
rapidez. Mensajes claros. Hablar por separado con agresores, después reunir en
grupo. Si la actitud del alumnado agresor no es positiva, implicar a la
Comunidad Educativa.
·
Hablar con los
padres: ¿Qué pueden hacer los padres
del alumno agresor? ¿Qué pueden hacer los padres de la víctima?
·
Ayudar a la
víctima a integrarse en el grupo.
·
Trabajar con
las familias del alumno agresor y
víctima.
V.- Orientaciones al docente sobre el maltrato escolar:
Debe sospechar que un alumno sufre maltrato
cuando:
- Observó
cambios de actitud: tristeza, depresión, falta de autoestima, aislamiento, poco
comunicativo...
- No quiere mantener relaciones con compañeros, o éstas son escasas o nulas.
- Le desaparece material, libros... con frecuencia
- Se queja de ser insultado, burlado, agredido...
- Rehúye encontrarse por la calle con personas del entorno escolar.
- Recibe abucheos repetidos.
- Le roban objetos: ropa, mochilas, cuadernos, libros, etc.
- Se produce una sumisión incondicional a otros alumnos.
- Absentismo escolar.
- No participa en salidas del grupo en actividades extraescolares.
- Aparecen pintadas del nombre de un alumno en puertas y paredes.
- Muestra evidencias físicas de violencia y de difícil explicación.
Debe fijarse en:
- La
relación en los pasillos.
- La relación en el patio.
- El momento de entrar y salir de la escuela.
Qué debe hacer:
- Intervenir sin dilación sobre los protagonistas y sus sentimientos: sobre la
víctima, el agresor y los espectadores.
- Hacer conscientes a los involucrados desde el primer momento del daño y
perjuicio que actos humillantes pueden causar en una persona.
- Comunicar los hechos a la comunidad educativa, en su caso, para que se
canalicen a través de ella todas las medidas.
- Trabajar con la comunidad educativa, en su caso, los temas siguientes:
• La violencia escolar, pasando al principio un
cuestionario, realizar un test socio métrico. A los alumnos, anónimo, para que
podamos conocer la actual y, en su caso, prevenir esta problemática.
• Reacción ante las situaciones conflictivas.
• Favorecer las relaciones positivas.
-- Derivar inmediatamente hacia el estamento que mejor pueda resolverlo,
Jefatura de estudios o Departamento de orientación, para que tome las medidas
oportunas.
Debe sospechar que un alumno está ejerciendo
maltrato cuando:
- Mantiene comportamientos agresivos:
.
Ejerce maltrato
. Realiza bromas pesadas
. Manifiesta ira descontrolada
por razones poco significativas
. Insulta y amenaza a sus
compañeros.
- Ignora los derechos de los demás.
- Mantiene una intolerancia y actitudes prejuiciosas a las diferencias de los
demás.
- Se muestra enfadado con frecuencia, impaciente y emplea tonos despreciativos
en sus valoraciones sobre los
demás.
- Se siente con frecuencia insatisfecho, sin motivación para trabajar con los
demás.
- Trata de imponer sus criterios utilizando la agresividad verbal o física.
- No controla sus reacciones.
- Tiene un historial previo de problemas de disciplina y de violencia.
- Pertenece a pandillas violentas.
- Tiene
peleas con los compañeros y/o familiares.
- Destruye el material de los compañeros o de la escuela.
- Posee objetos que pueden ocasionar violencia.
- Realiza amenazas para hacerse daño así mismo o suicidarse.
- Suele ser fuerte físicamente.
- Posee escasas habilidades sociales.
- Tiene dificultades para seguir normas.
- Mantiene relaciones negativas con los adultos.
- Ofrece bajo rendimiento escolar.
- Nula capacidad autocrítica y alta autoestima en aspectos no escolares.
Qué puede hacer:
- Hablar directamente sobre lo que está pasando.
- No ocultar la información o la sospecha que se tiene y afrontar la situación.
- Informarle claramente y sin concesiones de que estas situaciones deben
pararse y que es su deber reparar los daños y cambiar su actitud.
- Ponerte en contacto con el instituto, a través del tutor, departamento de
orientación, Jefatura de Estudios, para conocer con detalle su actitud en
relación con los compañeros.
- Indagar sobre su participación en grupos que actúan impunemente y comunicarle
que debe romper ese tipo de vínculos, saliendo del grupo si es necesario.
- Ofrecerle tu ayuda para que pueda modificar la situación social en la que se
encuentra.
- Hacerle ver que esas conductas son dañinas y peligrosas tanto para las
víctimas como para él y que este problema nos preocupa tanto o más que el
rendimiento académico y que nos sentimos en la obligación de atajarlo.
- Nuestra actitud debe de ser firme y decidida de rechazo hacia esos
comportamientos, sin necesidad de incluir la amenaza ni la violencia.
- Dejarle claro que los pasos que damos son precisamente porque nos preocupa y
porque nos sentimos obligados a hacerlo para mejorar su desarrollo personal.
- Hay que obligarle a reparar los daños.
- Una vez puestas las medidas, observar cuidadosamente los posibles cambios.