El Derecho Educativo emplea a la escuela como
un laboratorio social, para procurar la legitimación del derecho; y la escuela
debe emplear al derecho para concientizar a toda la Comunidad Educativa –no
solamente a los alumnos- de una participación democrática activa en la
conformación y aplicación de las normas de convivencia escolar.
Proponemos que el Derecho Educativo elabore en
cada ámbito escolar un programa especial que denominamos “Plan de Derecho
Educativo para la Convivencia Escolar (P.D.E.C.E.)” con el objeto de activar
diariamente la concientización de la Comunidad Educativa y tendiente a que la
misma elabore y experimente sentimientos y pensamientos propios basados en
valores genuinos, que conformen normas de convivencia sostenidas por el deseo
del bien común y dirigidas a privilegiar la cultura de paz; y que su
realización se formalice por medio de la aceptación de todos y el deseo
ferviente de no querer imponerle al otro sus razones, sino que las normativas
se basen en el respeto a los sujetos que integran el ámbito escolar y
comunitario.
Pero para lograr este objetivo, primero el
derecho debe ser transformado en su visión y concepción.
El derecho debe dejar de ser represivo, basado
en el miedo al castigo para lograr su cumplimiento. Precisamente el derecho fue
perdiendo legitimidad y consenso en la sociedad, a medida que los preceptos
impuestos querían manipular la conducta de las personas, por medio de la
sanción o el soborno, produciendo en ellas una resistencia, al ser obligados a
obedecer una disposición autoritaria, impuesta por otros sujetos, sin su participación
ni aceptación, y que tampoco se basaba en valores fundamentales ni estaban
destinadas al bien común.
El derecho en el laboratorio escolar debe ser
conformado y aceptado por todos los integrantes de la Comunidad Educativa, que
tiene necesariamente que participar y tener conciencia plena de que las normas
de convivencia que se pone en vigencia en el ámbito escolar, deben ser
respetada por su perfil especial, y que la mismas tienden a lograr, el bien
común de todos y cada uno, de los
sujetos que integran la comunidad escolar.
Si la “nueva escuela” no se va a conformar en
un Homo Sapiens, sino en un Homo
Noeticus (hombre de conciencia); debemos trabajar para lograr que el
nuevo derecho se base en la conciencia de su acatamiento y no en el cumplimento
por miedo a la sanción.
Para poder lograr esta transformación del
derecho debemos estructurar u plan especial (P.D.E.C.E.), para implementar en
las escuelas la formación futura de una Comunidad Educativa concientizada en
hábitos de aceptación y respeto por el otro y de confianza en solucionar sus
diferencias por medio de la negociación, escuchando y comportándose como una
persona que sabe estimular al prójimo y dar amor.
Para conseguirlo, lo primero es organizar el
ámbito escolar de tal forma que todos y cada uno de los integrantes de la
Comunidad Educativa puedan participar de la actividad diaria escolar,
involucrándose en la misma, interesándose por la institución escolar, y que
cada integrante de esa comunidad, docentes, alumnos, padres, no docentes, ex
alumno etc.; esté preparado para comprender que lo único valedero para alcanzar
los objetivos de bien común es conseguir vencer los obstáculos que se presenten
por medio de la negociación permanente y continua.
También es necesario consignar que para lograr
trasformar nuestra conducta actual, debemos comprender y practicar
concientizarnos que es necesario eliminar hábitos de culpar al otro, de
quejarse, de criticar, de insistir, de amenazar, de castigar o sobornar al
prójimo. Estos malos hábitos lo debemos trasmutar por hábitos de aceptación y
estimulación de los otros integrantes de la comunidad escolar; debemos aprender
a escuchar al otro y respetar sus ideas, no discriminando y apoyando el bien
común y confiando siempre que podremos solucionar nuestras diferencias por
medio de la mediación.
Todo estos hábitos deben estar aprendidos y
practicados, formando una conciencia
clara en todos los integrantes de la Comunidad Educativa, antes de que se
plasme el nuevo derecho en las normas de convivencia escolar, con la
participación y aceptación de todos y cada unos de sus integrantes.
Es nuestra propuesta que el derecho se emplee
en la escuela como un soporte principal de cambio de conciencia y hábitos
destinados a formar una nueva humanidad, lejos de los vicios actuales que
desencadenan violencia y frustración en la comunidad mundial.
Es nuestro anhelo que este plan de cambio en
la pedagogía y en el Derecho Educativo se lleve a cabo en todas las comunidades
y escuelas, realizándose talleres y cursos de perfeccionamiento, cuyos
objetivos sean la concientización de los docentes, padres y adultos de la
necesidad del cambio y la transformación, para lograr en definitiva que por
medio de la escuela se permita en forma inmediata que los niños/as y
adolecentes se les brinde una educación acorde a su alta sensibilidad física y
emocional, atendiendo en forma especial su aspecto social, ético y espiritual.
Pagina de Derecho Educativo
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