La educación escolar en la actualidad, cuando se comienza la
formación, no se habla del “Ser”, no se instruye sobre el ser humano y mucho
menos sobre las emociones.
En
cambio nos infunden la idea del hacer y del hacer con esfuerzo. Se nos enseña a
razonar, a pensar y nunca a sentir a percibir, a agudizar los sentidos y los
mensajes que estos nos envían.
Nuestros
padres y luego la escuela nos enseñan a definirnos desde el “Hacer” en la vida
de todos los días, porque nuestra sociedad no está acostumbrada a conectarse
con el concepto de “Ser”.
Nuestros
planes de estudio están direccionados a formarnos en el “Hacer”. Nos educan que
no podemos parar de hacer, hacemos todo el tiempo y esto está asociado al esfuerzo,
a la tarea escolar. “Hacer” implica esfuerzo y hacer mucho implica mucho
esfuerzo.
El
único que hace esfuerzos para “Ser” es el hombre.
La
naturaleza no hace esfuerzo para “Ser”.
Todo lo
que nos rodea es.
Nosotros
también somos, pero no obstante ponemos en marcha la acción y el esfuerzo, para
hacer y seguir haciendo.
Hoy la
educación nos forma con el concepto de que para que las cosas ocurran algo hay
que hacer.
La vida
nos demuestra que no requiere esfuerzo ni tanta acción, que ella fluye fácil,
sin tanto esfuerzo, pues el simple y básico hecho de “Ser” tiene una fuerte
influencia en nuestro alrededor.
En la
educación actual se forma a los educando con la confusión de que para “Ser” hay
que hacer y tener.
Tenemos
que empezar a transformar la educación, porque “Ser”, ya somos desde el momento
de nacer, de ver la primera luz. Pero a partir de allí se empieza con la
confusión entre “Ser” y “Hacer”.
El
“Ser” seria la expresión más acabada del hombre en cuanto a ejercer su
propósito en la vida.
Nosotros
como la naturaleza, desde que nacemos somos sin necesidad de “hacer” nada, pero
nos enseñan que debemos poner en marcha la acción y el esfuerzo para hacer y
seguir haciendo.
La
educación “Prusiana” que sigue vigente en nuestras escuelas, está concebida
para formar soldados para la guerra y trabajadores para la industria.
Nuestras
escuelas deben cambiar y formar al educando extrayendo de su interior los dones
y talentos de cada uno, y no seguir inculcando conceptos que buscan lograr hombres
útiles al sistema de “trabajo esclavo” que se busca hoy en el sistema escolar.
La
educación basada en la doctrina del esfuerzo está asociada a una tarea a
cumplir, en una tarea que tiene que terminar en un tiempo definido, y cuando
más urja darle fin, deberá poner más esfuerzo en apurarse y finiquitarla.
Como
resultado de esta formación las personas no están acostumbradas a sentir u
conectarse con los sentimientos. Están formados para hacer y hacer con
esfuerzo.
En
definitiva debemos cambiar la educación de hoy, porque no se enseña el tema del
“Ser”, confundiendo el “Ser” con el “Hacer”.
1 comentario:
Interesante nota. La escuela democrática de masas forma sujetos sujetados (Foucault) dentro de la lógica del Estado capitalista. La, escuela reproduce el modo de producción capitalista para hacer (Marx) y se olvida del ser porque la esencia del sujeto moderno es dominar el entorno que lo rodea mediante la técnica (Heidegger).
En el actual contexto neoliberal en el que estamos insertos el hedonismo es potenciado a tal punto, que somos netamente sujetos (y a la vez objetos) de consumo.
El hacer, tener y parecer prima sobre el ser.
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