
El Derecho Educativo es el principal Derecho Humano, porque sin el no se pueden ejercer los otros derechos. Hoy es considerado la herramienta motor para el desarrollo de la Nueva Escuela y para lograr la formación ciudadana en la democracia y la Cultura de Paz. En la Actualidad el estudio, la investigación, el perfeccionamiento y el desarrollo del Derecho Educativo es esencial para la transformación de la sociedad actual.
DIPLOMADO EN DERECHO EDUCATIVO
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LA CREACIÓN DE LA RED INTERNACIONAL
En 2018 CONGRESO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN DERECHO EDUCATIVO EN BRASIL
domingo, 18 de mayo de 2014
martes, 4 de marzo de 2014
El Derecho Educativo en el cambio institucional y vivencial.
La escuela de hoy esta
compenetrada de un vivir puramente materialista.
Las normas que la
sustentan tienen el mismo sentido de lo que creen sus protagonistas en general
y dejan de al lado una visión distinta que reconozca un grado de espiritualidad
y las emociones que se desarrollan en la comunidad educativa que la integra.
Es decir que se valora
todo lo que provenga de la mente racional, está sumida en una sociedad que
practica valores y creencia totalmente materialista, dejando de lado todo lo
que sea inherente a la alma humana, por ejemplo enseñar a los alumnos a cuidar
la naturaleza.
El educando de hoy vive y
se desarrolla en esta sociedad. Crece en un desconocimiento de sí mismo.
El Sistema educativo e
institucional vigente se nutre de una mirada superficial e incompleta, pues la
sociedad que la compone, vive en esa misma realidad.
Esto se puede reformar en
el futuro, si todos participamos en el espacio escolar, y modificamos las normas
de convivencia que regulan la actividad de la escuela.
Si nos proponemos a
participar diariamente en las escuelas y romper con las estructuras y mandatos
sociales que nos impiden desarrollarnos como seres multidimensionales, que los
somos, podremos introducir patrones de conductas diferentes en los acuerdos de
convivencia, para lograr de esta manera una visión distinta a la que ahora nos
está sumiendo en la apatía y la desesperanza.
Es el momento de cambiar
una estructura institucional compenetrada en un modo de vivir puramente
materialista y consumista. Por un paradigma que contemple lo espiritual y
emocional en la sociedad educacional.
Muchos padres y docentes
observan que se está produciendo un cambio en sus hijos y alumnos, sin embargo
les cuesta salirse de lo tradicional y observar la vida desde otros paradigmas
más evolucionados.
El modelo social vigente
hoy, nos ha llevado a esperar todo de otros, a obedecer a otro, en definitiva a
una sociedad débil espiritualmente, sin participación en las decisiones que nos
comprenden, ni tampoco rica en valores que nutran nuestro Ser.
El Ser Humano debe
reconocerse como un Ser Espiritual, para de esa forma poder corregir, encausar
y educar a los alumnos en el espacio escolar.
El sistema escolar
actual, está lleno de conceptos aprendidos de memoria, y de evaluaciones que
persiguen el mismo objetivo, repetir de memoria cuestiones que entendemos es imprescindible
para nuestro futuro, pero todo está vacío de esencia y sentimiento, dejando a
la deriva al “Ser” que debemos formar en la escuela.
La nueva escuela debe
estar sostenida -no en los que “sabemos”- sino en lo que emitimos como seres
espirituales que somos.
Los educadores de hoy deben
ser pioneros de una nueva educación, de una nueva mirada, de una concepción del
hombre espiritual.
El derecho, la autoridad y el castigo.
Los nuevos tiempos hoy
nos exigen a no aceptar más el autoritarismo. El derecho está concebido como un
sistema autoritario que hay que rever y cambiar.
Está estructurado desde
fuera del sujeto, basado en mandatos culturales y sociales, que nos fueron
impuestos en forma arbitraria y cruenta a través del castigo.
Esto influye y transforma
enormemente al ser humano, en su personalidad, animo, predisposición e incide
en forma directa en la interrelación de los sujetos y en su convivencia.
Por eso es que las normas
de convivencia escolar deben estar dispuestas para romper con ciertas
estructuras sociales y culturales que nos conducen a la rebeldía y la
violencia.
Debemos concebir normas
de derecho escolar que coadyuven a una nueva educación; donde todos participen
y den su consentimiento y donde el autoritarismo quede desechado
definitivamente.
Los padres y educadores,
como adultos, debemos enseñar con el ejemplo, no imponiendo nuestro punto de
vista, sino ayudando al alumno a comprender que el contenido de lo normado es
necesario en su aplicación para lograr el bien común.
No podemos enseñar a no
ser agresivo y saber convivir, si el adulto –padre y/o educador- son agresivos
en la escuela y en el hogar.
Los padres y educadores
no pueden querer que el alumno no sea agresivo, si en su vida, en su forma de
ser, se relacionan con violencia física o verbal y maltrato para sus
semejantes. Tampoco pueden utilizar conductas que manipulen o condicionen a las
personas.
Si el padre o educador no
cambia en su forma de vida, no puede pretender que el alumno sea distinto y no
refleje el accionar que percibe en el adulto que lo acompaña y le enseña.
Hasta ahora tenemos un derecho escolar
construido con las indicaciones o imposiciones del afuera –del sujeto y de la
escuela-; es decir obedecemos reglas de conducta determinadas por otros.
El cambio que proponemos es la construcción de normas de convivencia
construida por la comunidad escolar, con la participación de todos, y basada en
sus propias experiencias, con el objetivo de lograr la
unidad y la concordia de
todos, buscando siempre el bien común.
Si las normas nacen del
“Ser” espiritual y de la conciencia comunitaria, se podrá lograr una
convivencia escolar armónica, aceptando las reglas de conducta y haciéndose
cargo de velar por su consolidación y respeto, sin necesidad de apelar al
premio o castigo para su cumplimiento.
ara lograr esto, si por
ejemplo la norma de convivencia dispusiera: “no tirar basura en el edificio
escolar”, no basta con acatar dicho mandato, sino que debemos entre todo
colaborar levantando la basura que alguien por descuido o negligencia haya
dejado, sin buscar un culpable o el castigo, sino haciéndose cargo de ayudar
con su accionar al mantenimiento de la limpieza y enseñando con el ejemplo al
entorno.
Con la actitud desplegada
en el ejemplo, no solamente no buscamos culpable, sino que evitamos juzgar al
autor, manteniendo la armonía y convivencia en la escuela.
Debemos desacostumbrar al
alumno de que cumpla con su deber, por el miedo al castigo y/o premiándolo con
una nota de clasificación excelente; en cambio debemos educarlo para que en
forma consiente respete la conducta prescripta, ante el convencimiento de que
la misma, redundará en beneficio de su persona, de los que lo rodean y de toda
la sociedad que integra.
La idea es que el
cumplimiento provenga del adentro del sujeto, de darse cuenta que es lo mejor
para todos, y producto de su participación, experimentando que pudo elegir y
aceptar lo prescripto y no que la regla le fuera impuesta con autoritarismo, y
basada en la obediencia por un beneficio o miedo al castigo.
En definitiva para poder lograr
la autodisciplina y el acatamiento normativo sin premios ni castigos, debemos educar la conciencia del sujeto,
trabajando con la comunidad educativa, dándoles la oportunidad a todos de
participar y de intercambiar punto de vista, hasta ponerse de acuerdo con vista
al objetivo común, ofreciéndole la oportunidad de tomar decisiones y darles la
posibilidad de poder ver y comprobar las consecuencias de sus actos.
domingo, 13 de octubre de 2013
PRESENTACIÓN DEL
LIBRO
EL DERECHO
EDUCATIVO EN LA CONVIVENCIA
Un libro
indispensable para comprender el momento actual.
Un libro que
propone cambiar el paradigma social, en el día a día de la escuela.
Un libro que usa
a las normas de convivencia para educar a la comunidad educativa.
Un libro
indispensable para unir a los directivos, docentes, alumnos y padres en busca
de un fin común afianzando los valores de la cultura de paz.
viernes, 27 de septiembre de 2013
EL DERECHO EDUCATIVO COBRA IDENTIDAD ACADEMICA EN EL MUNDO
En el Congreso de
Investigación Educativa realizado en México; el Doctor en Derecho Guillermo Pablo López Andrade presento su trabajo, que luego
convierte en tesis doctoral, sobre El Derecho Educativo –Paradigma de
Defensoría Educativa- en dicho documento el eminente jurista sostiene que: “…coincidimos con las
apreciaciones que sobre el Derecho Educativo, aportan al desarrollo de esta
especialidad tanto el Dr. García Leiva, como el Dr. Soria Verdera, y si bien,
podríamos diferir del primer autor citado, en el hecho de que en nuestra
opinión, el derecho educativo sí representa una verdadera disciplina jurídica,
me parece que no vale la pena detenerse a cuestionar en este momento si el
derecho educativo es o no autónomo, puesto que lo relevante, es reafirmar su
importancia y carácter estratégico en el desarrollo de las sociedades
contemporáneas.”.
El citado autor pone especial énfasis cuando entiende que: “…resulta indispensable formar especialistas en derecho educativo que se puedan desempeñar en los distintos ámbitos que éste involucra. Desde luego, se requieren abogados especialistas en derecho educativo que se desempeñen en la escuela, en el gobierno, en la judicatura, en los sindicatos de maestros, e incluso, en las organizaciones empresariales y agrupaciones de la sociedad civil.”
Concluye diciendo que “…en algunas naciones, se ha incluso desarrollado la figura del defensor educativo, y que ello ilustra la pertinencia de que estos roles se realicen por quienes verdaderamente cuentan con una formación exhaustiva en la ciencia jurídico-educativa.”
En el mencionado trabajo su autor hace un estudio pormenorizado del avance en todo el mundo del Derecho Educativo, como ciencia que se aplica y que necesita su especialización.
En definitiva tengo que destacar que me congratula felicitar y agradecer al mencionado jurista por sus apreciaciones y por contribuir fervientemente a la evolución y difusión del Derecho Educativo, con una propuesta relevante que reafirma la importancia y el carácter estratégico de esta materia en el desarrollo de las sociedades contemporáneas.
Por lo expuesto es que recomiendo la lectura del documento presentado en el Congreso de Investigación Educativa y para ello a los fines de facilitar que se puedan reunir con tan excelente trabajo, he colocado el mismo en mi pagina Web, para que cada interesado lo pueda bajar sin inconvenientes.
El citado autor pone especial énfasis cuando entiende que: “…resulta indispensable formar especialistas en derecho educativo que se puedan desempeñar en los distintos ámbitos que éste involucra. Desde luego, se requieren abogados especialistas en derecho educativo que se desempeñen en la escuela, en el gobierno, en la judicatura, en los sindicatos de maestros, e incluso, en las organizaciones empresariales y agrupaciones de la sociedad civil.”
Concluye diciendo que “…en algunas naciones, se ha incluso desarrollado la figura del defensor educativo, y que ello ilustra la pertinencia de que estos roles se realicen por quienes verdaderamente cuentan con una formación exhaustiva en la ciencia jurídico-educativa.”
En el mencionado trabajo su autor hace un estudio pormenorizado del avance en todo el mundo del Derecho Educativo, como ciencia que se aplica y que necesita su especialización.
En definitiva tengo que destacar que me congratula felicitar y agradecer al mencionado jurista por sus apreciaciones y por contribuir fervientemente a la evolución y difusión del Derecho Educativo, con una propuesta relevante que reafirma la importancia y el carácter estratégico de esta materia en el desarrollo de las sociedades contemporáneas.
Por lo expuesto es que recomiendo la lectura del documento presentado en el Congreso de Investigación Educativa y para ello a los fines de facilitar que se puedan reunir con tan excelente trabajo, he colocado el mismo en mi pagina Web, para que cada interesado lo pueda bajar sin inconvenientes.
miércoles, 4 de septiembre de 2013
EL DERECHO EDUCATIVO Y EL MALTRATO ESCOLAR
I.-
Introducción:
El Derecho Educativo al desarrollar su plan para la
convivencia escolar (PDECE) debe tener como ejes rectores del mismo realizar
acuerdos de convivencia que prevengan la violencia en el entorno escolar, con
la meta de preservar los intereses superiores de los niños, niños y
adolescentes, la focalización en los derechos humanos y la promoción de la
cultura de paz.
En numerosos documentos anteriores expresamos que la
violencia no se puede combatir con la violencia que genera la sanción de las
normas del derecho actual, sino que debemos rechazar todos los medios
represivos y/o gratificante para lograr el acatamiento de los acuerdos de
convivencia; debiendo trabajar en la concientización de la comunidad educativa
para que se haga cargo de la responsabilidad de su cumplimiento.
El maltrato escolar, incluye al personal docente y
administrativo, directivos de escuelas, padres, madres de familia y, en su
caso, tutores, como posibles generadores de maltrato escolar y como parte de
una comunidad educativa.
El maltrato entre escolares que permite enfocar la atención de un
problema que se presenta en específico entre miembros de la comunidad
educativa, conocido como bullying.
Se debe reconocer varios tipos de maltrato entre escolares: el
psicoemocional; el físico directo; físico indirecto; relacionado con las
pertenencias del estudiante; sexual; verbal y por medio de las tecnologías de
la información y comunicación o cyberbullying, a través de la difusión de mensajes,
fotos o videos en celulares, Internet, fotografías o videos.
Por lo tanto es necesario hoy incorporar como principales
normas de convivencia, acuerdos que contemple la erradicación de la violencia en las escuelas, fenómeno que impacta
directamente en el rendimiento escolar y salud física y psico-emocional de
quienes están expuestos a ella.
II.-
Antecedentes
La Convención sobre los Derechos del Nino, en su
Articulo19, se refiere al maltrato infantil, como: “toda violencia,
perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o
explotación, mientras que el niño se encuentre bajo la custodia de sus
padres, de un tutor o de cualquiera otra persona que le tenga a su
cargo”.
El Consejo Europeo, en 1981, define maltrato como “los
actos y las carencias que afectan gravemente el desarrollo físico, psicológico,
afectivo y moral del niño o niña, ejecutados por los padres o cuidadores o
personas adultas alrededor de él o ella”.
La existencia de creencias y prácticas culturales
inapropiadas, pero consideradas normales y/o validas, permitirían la
reproducción en el tiempo de conductas como el maltrato (ejemplo: el castigo
como forma de aprendizaje).
Se tiende a confundir educación con la aplicación de
conductas violentas, considerando que si no hay violencia, no se está educando
ni estableciendo una adecuada disciplina.
Es muy importante aprender a educar en vez de castigar,
identificar cuáles son las emociones que nos mueven hacia el castigo y, por lo
tanto, a la aplicación de cualquier tipo de violencia.
La violencia no es una consecuencia inevitable de la
condición humana. Nuestra meta debe ser crear entornos positivos, no violentos
para y con los niños, niñas y adolescentes, en sus hogares, escuelas,
instituciones y en la comunidad.
Protegerlos contra la violencia tiene un inmenso
potencial para reducir todas las formas de violencia en la sociedad
Recuerden: En las situaciones de maltrato hay una persona
que se siente acosada y maltratada por otro (u otros). El maltratador se hace el
fuerte y obtiene poder ante los demás. A pesar de ello, una persona que actúa
así -con desprecio y falta de respeto hacia otro- realmente no es valorada,
respetada o admirada sino temida. Lo único que conseguirá será el miedo de los
demás, no su respeto.
III.- Leyes
sobre mal trato escolar
En los últimos tiempos están elaborándose numerosas leyes
y proyectos de leyes tanto en los ámbitos nacionales como provinciales, sobre
el maltrato escolar. Si bien estos dispositivos legales pueden servir como
marco jurídico para las comunidades educativa, creemos más conveniente que se
trabaje diariamente en los acuerdos y normas de convivencia como medida eficaz
para poder combatir el mal trato escolar.
El objetivo
de las leyes es garantizar el derecho a una convivencia pacífica, integrada y
libre de violencia física y psicológica, como también orientar la educación
hacia criterios que eviten la discriminación, fomenten la cultura de la paz y
la ausencia de maltrato físico o psicológico, conocido con el término de "Bullying".
Se considera
especialmente graves los hechos de violencia ya sea física o sicológica, que
cometan adultos a alumnos miembros de la comunidad educativa.
La agresión
puede ser por medios tecnológicos o cualquier otro medio, por tanto las normas
deben incluir al hostigamiento realizado
por medios virtuales. Por ejemplo: el o los alumnos que insultan o amenazan
reiteradamente por Facebook a un compañero, desde el computador de su casa o
desde un ciber café, también realizan acoso escolar, aunque no se encuentren en
el ámbito de la escuela.
Hoy ya no solo es la agresión y el acoso físico de frente, sino a través
de las redes sociales y correos electrónicos, es decir, el acoso ya no solo es
exclusivo de la escuela, ahora se da en la vida y hogar de los niños, niñas y
jóvenes acosadores y víctimas, por lo que se ha extendido el daño que causa.
Si bien el
maltrato escolar no es un fenómeno nuevo, recientemente, la tecnología y las
redes sociales han multiplicado exponencialmente el alcance y el impacto de
este problema. El acoso cibernético (o
cyberbullying) se lleva a cabo en Internet y con teléfonos
celulares y puede tener, como el acoso escolar, consecuencias negativas en la
salud mental: el abuso de sustancias y el suicidio.
Un niño que
se siente intimidado y maltratado por sus compañeros de forma repetida y
sostenida, expuesto a agresiones físicas, verbales o sociales, es un niño en
riesgo. El bullying es inaceptable, afecta tanto al niño acosado, al acosador y
al espectador. No es “cosa de chicos’ y desde ya que no es un juego.
IV.- Recursos del Derecho Educativo para
sensibilizar y concienciar contra los malos tratos en la escuela
Acciones:
Es conveniente comenzar a tratar
el tema del bullying, acoso escolar o maltrato de forma positiva. Es decir,
trataremos de favorecer los buenos tratos y las relaciones positivas entre
todas las personas que conviven en la escuela.
Ayudemos a la comunidad educativa
a participar y acordar normas de convivencia que logren poner de manifiesto su
voluntad para erradicar todo mal trato escolar.
Medidas para aplicar en la escuela:
- Formación del docente para el conocimiento, detección y actuación
ante situaciones de acoso escolar.
·
Crear un grupo
de docentes comprometido con la mejora de la convivencia
- Reuniones con padres y tutores, charlas sobre el tema y sobre aspectos de la
educación familiar relacionados.
Medidas para
aplicar en el aula:
·
Acordar normas
de aula sobre agresiones y amenazas: Ejemplos: “No intimidaremos a otros
compañeros”, “Intentaremos ayudar a los que sufran alguna agresión”, “Nos
esforzaremos en integrar al alumno que se aísla con facilidad”… Analizar
situaciones: estudios de casos, role-playing o vídeos. Favorecer la empatía.
·
Prestar
atención a las conductas positivas y reforzarlas:
Valor del elogio.
·
Establecer las
consecuencias que correspondan por el incumplimiento de las normas: reparaciones. Los mejores resultados se obtienen con elogios generosos.
·
Realizar "Asambleas
de Clase" para el seguimiento de las normas.
·
Favorecer el aprendizaje
cooperativo y el trabajo en grupo.
·
Crear un clima positivo: Organizar actividades colectivas de dinámicas de
grupo, excursiones tutoriales, actividades festivas...
·
Realizar
reuniones con las familias.
·
Crear la
Comisión o el Observatorio de Convivencia del Aula: Constituida por el docente tutor y el Alumno Ayudante o Mediador del
grupo (en el caso de que lo hubiese). Revisar el ambiente de convivencia y las
relaciones sociales en el grupo-clase, analizar problemas y situaciones
individuales...
Medidas individuales:
·
Hablar con la
víctima: Importancia de comunicar su
situación. Garantizar su protección y seguimiento del problema. Informarle de
los pasos que se van a dar.
·
Hablar
seriamente con el alumnado agresor: Actuar con
rapidez. Mensajes claros. Hablar por separado con agresores, después reunir en
grupo. Si la actitud del alumnado agresor no es positiva, implicar a la
Comunidad Educativa.
·
Hablar con los
padres: ¿Qué pueden hacer los padres
del alumno agresor? ¿Qué pueden hacer los padres de la víctima?
·
Ayudar a la
víctima a integrarse en el grupo.
·
Trabajar con
las familias del alumno agresor y
víctima.
V.- Orientaciones al docente sobre el maltrato escolar:
Debe sospechar que un alumno sufre maltrato
cuando:
- Observó
cambios de actitud: tristeza, depresión, falta de autoestima, aislamiento, poco
comunicativo...
- No quiere mantener relaciones con compañeros, o éstas son escasas o nulas.
- Le desaparece material, libros... con frecuencia
- Se queja de ser insultado, burlado, agredido...
- Rehúye encontrarse por la calle con personas del entorno escolar.
- Recibe abucheos repetidos.
- Le roban objetos: ropa, mochilas, cuadernos, libros, etc.
- Se produce una sumisión incondicional a otros alumnos.
- Absentismo escolar.
- No participa en salidas del grupo en actividades extraescolares.
- Aparecen pintadas del nombre de un alumno en puertas y paredes.
- Muestra evidencias físicas de violencia y de difícil explicación.
- No quiere mantener relaciones con compañeros, o éstas son escasas o nulas.
- Le desaparece material, libros... con frecuencia
- Se queja de ser insultado, burlado, agredido...
- Rehúye encontrarse por la calle con personas del entorno escolar.
- Recibe abucheos repetidos.
- Le roban objetos: ropa, mochilas, cuadernos, libros, etc.
- Se produce una sumisión incondicional a otros alumnos.
- Absentismo escolar.
- No participa en salidas del grupo en actividades extraescolares.
- Aparecen pintadas del nombre de un alumno en puertas y paredes.
- Muestra evidencias físicas de violencia y de difícil explicación.
Debe fijarse en:
- La
relación en los pasillos.
- La relación en el patio.
- El momento de entrar y salir de la escuela.
- La relación en el patio.
- El momento de entrar y salir de la escuela.
Qué debe hacer:
- Intervenir sin dilación sobre los protagonistas y sus sentimientos: sobre la víctima, el agresor y los espectadores.
- Hacer conscientes a los involucrados desde el primer momento del daño y perjuicio que actos humillantes pueden causar en una persona.
- Comunicar los hechos a la comunidad educativa, en su caso, para que se canalicen a través de ella todas las medidas.
- Trabajar con la comunidad educativa, en su caso, los temas siguientes:
• La violencia escolar, pasando al principio un cuestionario, realizar un test socio métrico. A los alumnos, anónimo, para que podamos conocer la actual y, en su caso, prevenir esta problemática.
• Reacción ante las situaciones conflictivas.
• Favorecer las relaciones positivas.
-- Derivar inmediatamente hacia el estamento que mejor pueda resolverlo, Jefatura de estudios o Departamento de orientación, para que tome las medidas oportunas.
- Intervenir sin dilación sobre los protagonistas y sus sentimientos: sobre la víctima, el agresor y los espectadores.
- Hacer conscientes a los involucrados desde el primer momento del daño y perjuicio que actos humillantes pueden causar en una persona.
- Comunicar los hechos a la comunidad educativa, en su caso, para que se canalicen a través de ella todas las medidas.
- Trabajar con la comunidad educativa, en su caso, los temas siguientes:
• La violencia escolar, pasando al principio un cuestionario, realizar un test socio métrico. A los alumnos, anónimo, para que podamos conocer la actual y, en su caso, prevenir esta problemática.
• Reacción ante las situaciones conflictivas.
• Favorecer las relaciones positivas.
-- Derivar inmediatamente hacia el estamento que mejor pueda resolverlo, Jefatura de estudios o Departamento de orientación, para que tome las medidas oportunas.
Debe sospechar que un alumno está ejerciendo
maltrato cuando:
- Mantiene comportamientos agresivos:
.
Ejerce maltrato
. Realiza bromas pesadas
. Manifiesta ira descontrolada por razones poco significativas
. Insulta y amenaza a sus compañeros.
. Realiza bromas pesadas
. Manifiesta ira descontrolada por razones poco significativas
. Insulta y amenaza a sus compañeros.
- Ignora los derechos de los demás.
- Mantiene una intolerancia y actitudes prejuiciosas a las diferencias de los demás.
- Se muestra enfadado con frecuencia, impaciente y emplea tonos despreciativos en sus valoraciones sobre los demás.
- Se siente con frecuencia insatisfecho, sin motivación para trabajar con los demás.
- Trata de imponer sus criterios utilizando la agresividad verbal o física.
- No controla sus reacciones.
- Tiene un historial previo de problemas de disciplina y de violencia.
- Tiene
peleas con los compañeros y/o familiares.
- Destruye el material de los compañeros o de la escuela.
- Posee objetos que pueden ocasionar violencia.
- Realiza amenazas para hacerse daño así mismo o suicidarse.
- Suele ser fuerte físicamente.
- Posee escasas habilidades sociales.
- Tiene dificultades para seguir normas.
- Mantiene relaciones negativas con los adultos.
- Ofrece bajo rendimiento escolar.
- Nula capacidad autocrítica y alta autoestima en aspectos no escolares.
- Destruye el material de los compañeros o de la escuela.
- Posee objetos que pueden ocasionar violencia.
- Realiza amenazas para hacerse daño así mismo o suicidarse.
- Suele ser fuerte físicamente.
- Posee escasas habilidades sociales.
- Tiene dificultades para seguir normas.
- Mantiene relaciones negativas con los adultos.
- Ofrece bajo rendimiento escolar.
- Nula capacidad autocrítica y alta autoestima en aspectos no escolares.
Qué puede hacer:
- Hablar directamente sobre lo que está pasando.
- No ocultar la información o la sospecha que se tiene y afrontar la situación.
- Informarle claramente y sin concesiones de que estas situaciones deben pararse y que es su deber reparar los daños y cambiar su actitud.
- Ponerte en contacto con el instituto, a través del tutor, departamento de orientación, Jefatura de Estudios, para conocer con detalle su actitud en relación con los compañeros.
- Indagar sobre su participación en grupos que actúan impunemente y comunicarle que debe romper ese tipo de vínculos, saliendo del grupo si es necesario.
- Ofrecerle tu ayuda para que pueda modificar la situación social en la que se encuentra.
- Hacerle ver que esas conductas son dañinas y peligrosas tanto para las víctimas como para él y que este problema nos preocupa tanto o más que el rendimiento académico y que nos sentimos en la obligación de atajarlo.
- Nuestra actitud debe de ser firme y decidida de rechazo hacia esos comportamientos, sin necesidad de incluir la amenaza ni la violencia.
- Dejarle claro que los pasos que damos son precisamente porque nos preocupa y porque nos sentimos obligados a hacerlo para mejorar su desarrollo personal.
- Hay que obligarle a reparar los daños.
- Una vez puestas las medidas, observar cuidadosamente los posibles cambios.
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jueves, 25 de julio de 2013
EL DERECHO EDUCATIVO DEBE CAMBIAR PARA ADAPTARSE A LA CONVIVENCIA.
Del dialogo nace
el consenso. La imposición es un monologo que solo tiene eficacia con la
sanción (miedo al castigo).
El objetivo de la educación es
formar seres aptos para gobernarse a sí mismo, y no para ser gobernados por los
demás.
El informe Delors nos indica que
debemos “aprender a ser” para luego “aprender a convivir”.
Teniendo en cuenta estas
premisas, el Derecho Educativo debe cambiar para adaptarse y poder crear y
modificar las normas de convivencia en la escuela.
El Plan de Derecho Educativo para
la Convivencia Escolar (PDECE) aconseja que el derecho en la escuela,
representado por las normas de convivencia, tenga las siguientes
características:
1) No debe ser impuesto por ningún
tipo de mandato –social y/o cultural- sino que debe ser consensuado y aceptado
por toda la comunidad educativa. Si tenemos en cuenta que se indicó que amaras
a tu prójimo como a ti mismo, nos daremos cuenta de inmediato que debemos tener
un absoluto respeto con nosotros mismos y nos entrega la tarea de amar a los
otros de la misma manera, cuando logremos hacerlo resultará inconcebible el
autoritarismo, la imposición y la menor falta de respeto en nuestras relaciones
con los otros integrantes de la comunidad escolar.
2) Debe ser una normativa abierta
que se pueda cambiar en cualquier momento cuando las circunstancias así lo
ameriten con el solo requisito de que todos los integrantes de la comunidad
educativa la acepten y la crean conveniente para el bien de todos.
3) Que cuando se cree una norma o
se la modifique, que esta contemple las necesidades de cada uno de los
participantes y siempre el regulador puesto en el bien común.
4) Para formular las normas de
cada escuela se debe desterrar por completo las verdades absolutas, estas
existen desde los principios del tiempo, por ello siguen siendo determinantes
de la interferencia en la convivencia. Las definiciones absolutas, verdades
reveladas, dicotomías impuestas, no nos
permite la posibilidad del aprendizaje, del dialogo y de la armonía para la
vida en convivencia.
5) Como dice el informe Delors
eduquemos a aprender a “Ser” y no a “tener” para que no se confundan
convicciones que generan el consumo, dejando de lado al ser humano. Es decir
que debemos construir normas de convivencia que valoricen a la persona humana y
no a lo que esta posea como bien material.
6) Debemos contemplar los
intereses de los menores, que deben ser tratados y comprendidos como sujetos; y no como objeto de nuestros
intereses.
7) Debemos entender que somos
seres únicos e incomparables. Hay que evitar toda competencia, no debemos
compararnos con los otros, debemos tener la suficiente autoestima para poder
crecer en convivencia, la competencia es desigual, frustrante y no nos permite
nuestro desarrollo.
8) Todo integrante de la
comunidad educativa debe participar con libertad para elegir lo que considere
más importante para sí y para toda la comunidad, sin admitir que otros o una
mayoría decida por él; en una decisión ajena a su persona y su sentir.
DEBEMOS APRENDER A SER PARA PODER CONVIVIR
Si queremos realizar normas de
convivencia eficaces debemos prepararnos aprendiendo a ser para luego aprender
a convivir. En lugar de perseguir alcanzar metas debemos conseguir crecer como
comunidad escolar.
No debemos buscar afuera los
valores para incorporarlos a nuestro ser, porque no lo vamos a alcanzar. Los
valores están en nosotros y su aprendizaje permite nuestro crecimiento personal
y la interacción con el otro que es parte de nuestro ser.
En nuestra sociedad actual se
valora mucho mas el tener algo material que evolucionar como persona, es decir
desarrollar nuestro propio ser.
El contenido de las normas de
convivencia deben trasmitir conocimientos y valores para que cada individuo la
use como herramienta para desarrollarse y desplegar su potencialidad y no deben
“adoctrinar”, sirviendo para que todos los integrantes de la comunidad responda
de la misma manera, por el contrario debe formarse para ser responsable y
responder por las elecciones realizadas con su participación,
responsabilizándose por sus decisiones y asumiendo las consecuencias de las
mismas.
Debemos tener libertad para
elegir en las normas escolares lo que consideramos importante practicar,
aprender y/o saber. No debemos permitir que otros decidan dictando normas que
son ajenas a nuestro ser y sentir.
LAS NORMAS DE CONVIVENCIA SON PRODUCTO DE LA
PARTICIPACIÓN.
Los
integrantes de la comunidad deben participar creando las normas ejercitando la
libertad en la elección y consenso de los contenidos al momento de crear las
normas de convivencia, para después observar en la práctica, los aspectos que
se deben reformar para mejorar lo establecido.
Todo aquel integrante de la
comunidad escolar que no participe de la creación y consenso de las normas
escolares, sea padre, alumno, docente, directivo etc.; deberán soportar que las
mismas sean impuestas por terceros de la propia escuela o lo que es peor por
individuos ajenos a la unidad educativa, como sucedió hasta ahora en las
estructuras de la educación.
La participación consiente en la
formulación de los mandatos que contengan las normas de convivencia de
conformidad con los valores que cada comunidad resuelva introducir, concluirá
con la escuela autoritaria de hoy en día que impone mandatos sociales y
culturales contenidas en “códigos” de convivencia elaborados por personas
ajenas a la escuela y a la comunidad educativa. Hoy no dejan lugar para la
participación, ya que solo se requiere el conocimiento y la adhesión a normas
impuestas por el sistema jerárquico y no por la sociedad escolar.
Estamos acostumbrados a vivir en
forma automática y rutinaria, no admisible en estos tiempos de cambios rápidos
y vertiginosos que hace que lo aprendido ayer no sirva para mañana, por lo que
son necesarias normas abiertas, que
puedan modificarse cuando surja la necesidad de adaptarlas, manteniendo un
compromiso de participación y estudio de lo normado en forma continuada, como modo de vida en la convivencia escolar
comunitaria.
Además de participar en forma
continua la comunidad educativa debe seleccionar y elegir sus propios valores,
lo que serán volcados a la letra de las normas a elaborar o reformar, con total libertad para plasmar el estilo de vida
que entre todos acuerden practicar.
Muchos se preguntaran que hacer
para que participen todos los integrantes de la comunidad educativa en la
conformación de las normas de convivencia que regirán en el ámbito escolar;
aconsejamos que para ello se usen los medios tecnológicos de uso social, como
el internet, redes sociales, mail y/o mensajes por teléfono celulares, para
conocer, consensuar y armonizar entre todos los integrantes de la comunidad,
los contenidos de cada norma de convivencia que se vaya elaborando.
Con el sistema propuesto, no
habrá excusas para que padres con poco tiempo, participen y acuerden las normas
de su escuela.
El mundo hoy, con sus cambios
vertiginosos, exige que las normas escolares sean revisadas permanentemente y
modificadas mediante la vigencia de un sistema práctico y rápido, es decir un
derecho abierto y flexible, que permita adaptar las normativas vigentes a los
cambios que se producen en la sociedad y en la escuela.
ELIMINAR LAS NORMAS QUE SE NUTREN EN LA VIOLENCIA REPRESORA
Lo que hoy debemos trabajar en el
laboratorio escolar, es en eliminar las sanciones para el incumplimiento de lo
prescripto en las normas de convivencia, ya que el castigo obliga, al
comprendido por el mandato de la norma, a someterse al cumplimiento de la regla
por miedo (emoción negativa ¿Mal trato escolar?) a la consecuencia represiva y
no por asumir la responsabilidad consciente de que acatan lo establecido por
estar convencido de que contribuyen al bien común y a la paz social (valores
positivos y altruistas).
La comunidad educativa debe
asumir la responsabilidad de sus decisiones plasmada en las normas de
convivencia sin utilizar la dualidad del premio y castigo.
Cuando participo en la
conformación de las normas que nos rigen y acepto su contenido en forma
consciente -no impuesta u obligado-
ejerciendo la libertad para conformarla y el consenso para acordarla,
asumo en forma inmediata la consecuencia de su elección y de su cumplimiento.
Es decir que cambiar el miedo al
castigo o un premio para el cumplimiento de la norma, por la concienciación del
valor de su cumplimiento, significa ser consciente de que lo prescripto en la
misma, es lo mejor para mi persona y todos los otros integrantes de la
comunidad escolar que intervinieron en su composición.
En un momento en que las viejas estructuras
y las antiguas tradiciones se están desintegrando, docentes y padres advierten
a diario la pérdida de autoridad y ven que sus órdenes son menos respetadas,
por lo que debemos basar el cumplimiento de lo normado en vivir conscientemente
y comprometernos respetar lo acordado y normado como forma de vida.
Debemos practicar y ser
consciente que el respeto a las normas de convivencia no se fundamenta en la
motivación emocional del premio o el castigo, sino en la responsabilidad de
asumir las consecuencias de su acatamiento.
La violación de las normas que
libremente elegimos, debe llevarnos al arrepentimiento de haber obrado como lo
hicimos y el deseo consiente de no repetirlo para que funcione este método
propuesto que elimine el premio o el castigo como factor esencial para que se
cumpla lo normado por la comunidad escolar.
En el arrepentimiento del no
cumplimiento a lo prescripto debe estar presente en nosotros la voluntad de
transformarnos en personas responsables, de agradarnos y no defraudarnos.
Hoy
se entiende por responsabilidad hacer lo que se “debe” por un mandato externo;
pero para el derecho que proponemos; ser responsable es hacerse cargo de las
decisiones propias y asumir las consecuencias.
lunes, 10 de junio de 2013
EL DERECHO EDUCATIVO EN LA CAPACITACIÓN EMOCIONAL
Hasta ahora la escuela y el Derecho
Educativo no utilizaron la inteligencia emocional como herramienta fundamental
para cambiar el paradigma estructural que sigue vigente en nuestras escuelas y
en la formación de los alumnos.
El Plan de Derecho Educativo para la
Convivencia Escolar (PDECE) propone usar la inteligencia emocional para lograr
tener éxito en el cumplimiento de las normas de convivencia por parte de toda
la comunidad educativa.
Entendemos que trabajar con las
emociones en el ámbito escolar nos ayudará a la hora de hacer los acuerdos de
convivencia, aprendiendo a relacionarnos y vivir mejor en comunidad.
La trama de las emociones y de los afectos se ha mantenido oculta en la
escuela. Sin embargo, todos sabemos que es una parte fundamental de la vida de
la institución y de cada uno de sus integrantes.
La escuela ha sido tradicionalmente el dominio de lo cognitivo. En la
escuela se pregunta, casi obsesivamente: ¿tú qué sabes? No es tan frecuente
escuchar esta pregunta: ¿tú qué sientes?
La convivencia se ha planteado exclusivamente como un modo de conseguir un
clima o un ambiente propicio para el aprendizaje. Por eso se ha
sobredimensionado la disciplina.
Es necesario, pues, ser conscientes del enorme potencial que tiene para
cada individuo y para la institución escolar ese incalculable tesoro de los
sentimientos y de las emociones.
Hay sentimientos hacia uno mismo, hacia los otros, hacia la escuela, hacia
la sociedad. Hay sentimientos generados y desarrollados por la escuela. Hay
sentimientos en la relación de todos los integrantes que están en ella.
Las teorías sobre la inteligencia emocional han abierto una brecha en la
monolítica visión cognitiva de la inteligencia, del aprendizaje y de la
institución escolar.
Daniel Coleman, en su libro “La inteligencia emocional” expresa que: “la
alfabetización emocional amplia la visión que tenemos de la tarea que debe
cumplir la escuela, convirtiéndola en un agente más concreto de la sociedad
para asegurarse de que los niños aprendan estas lecciones esenciales para la
vida”.
El autor citado concluye expresando que: “el optimo desarrollo de un
programa de alfabetización emocional se da cuando comienza tempranamente,
cuando es apropiado a cada edad, se lo sigue a lo largo de toda la etapa
escolar y aúna los esfuerzos de la escuela con los de los padres y los de toda
la comunidad”. Termina preguntándose “¿No deberíamos estar enseñando estas
habilidades esenciales para la vida a todos los niños ahora más que nunca? Y si
no es ahora ¿Cuándo?”.
Un cambio del derecho escolar necesario y urgente
La cultura de la escuela actual está asentada sobre rituales, normas, costumbres
que están previamente fijadas o que son modificadas de forma habitualmente
jerárquica.
El
cambio de paradigma se estructura por la transformación de una norma basada en
la coerción y la coacción; que es impuesta por el miedo a la sanción; por otra normativa escolar cuyo cumplimiento se produce por la
concientización de todos los sujetos intervinientes, sobre la necesidad de
su cumplimiento para el objetivo del bien común.
La
misión del Derecho Educativo y su plan de convivencia se centraliza en el
objetivo de cambiar el paradigma del miedo en las normas escolares.
Cuando
estamos con miedo se genera una violencia que puede ser dirigida hacia uno
mismo o a otros.
Debemos
aprender y enseñar que no necesitamos establecer el miedo (por la sanción) en
las normas para su cumplimiento para disfrutar de una vida sin violencia.
Debemos
ser conscientes que las fuentes del miedo provienen de un sistema normativo
autoritario, sancionatorio y represivo, que debemos cambiar para erradicar la
violencia que existe actualmente en la escuela y en la sociedad.
El
miedo expulsa de tu vida, a la inteligencia, la bondad, la belleza y la verdad
y al final llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
Debemos
aprender a que podemos descartar este tipo de normativa y reemplazarla por
normas nuevas que nos ayude a convivir en paz y armonía.
Cuando
tomemos consciencia de ello y logremos practicarlo, podremos gozar de la mejor
convivencia escolar y social.
Aprender a ser
Es uno de los cuatros pilares que
contiene el informe a la UNESCO de la comisión internacional sobre educación
para el siglo XXI (Delors 1996), aprender a ser, para poder vivir juntos y aprender
a vivir con los demás.
Aprender a
ser para que florezca mejor
la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente
capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal.
Debemos recordar que la paz empieza por uno mismo,
cuando nosotros hayamos logrado alcanzar la paz interior, podremos producir
armonía a nuestro alrededor.
El miedo debe ser superado una y otra vez.
El principal valor a inculcar a cada uno de los
integrantes de la comunidad educativa es el de honrar los compromisos que
establezcan en los acuerdos de convivencia, paso fundamental para evitar la
sanción y la pena como medio eficaz del cumplimiento de la norma.
Debemos prestar especial atención a los compromisos
que establecemos en las normas de convivencia y cuando –por algún motivo- no
podamos cumplirlo, honremos nuestra acuerdo haciéndonos cargo y restableciendo
un nuevo compromiso.
En definitiva el Derecho Educativo debe propiciar
que las normas de convivencia fomenten el compromiso para lograr la
cooperación, la empatía, la conciencia social de su cumplimiento.
Aprender
a convivir aprendiendo a ser
Para lograr normas de
convivencia cuyas características sean la de su acatamiento automático sin
mediar ningún premio o sanción, debemos aprender a expresar nuestras emociones
en forma no violenta.
La paz empieza por uno
mismo.
Debemos dejar de al lado
la tendencia de seguir a una sociedad cada vez más consumista y narcisista;
creando una conciencia de esfuerzo y tolerancia y formar una unidad escolar que
acompañe a sus integrantes a conocer, entender y aprovechar las emociones,
capacitándose diariamente en lograrlo.
Para lograrlo debemos
entrenar a la comunidad educativa mediante cursos y talleres que lo capaciten
en conocer las emociones negativas (enojo, miedo, tristeza, odio, envidia etc.) alejándose de ellas para
poder controlarlas y cambiarlas por emociones positivas de amor y paz.
Ha llegado la hora de
cambiar de paradigma moviéndonos del miedo (a la sanción) al amor incondicional
para vivir mejor.
El temor (al castigo) es
la ausencia del amor.
Albert Einstein
expresaba que: “Todos tenemos dos elecciones: estar llenos de miedo o llenos de
amor”.
Las emociones como el
amor, la compasión y la felicidad son habilidades que pueden ser aprendidas.
Debemos adueñarnos de
nuestras emociones positivas, antes de que las emociones negativas se adueñen
de nosotros.
La comprensión y la
concientización de que en cada uno de nosotros existen semillas de violencia,
de rencor, de envidia, y de odio que deben ser combatidas y expulsadas de
nuestro interior, para poder trabajar con las semillas de perdón, de amor, de
comprensión y de paz, que también existen en nuestro interior y que debemos
cuidar y cultivar para lograr que sean las que den frutos en las normas de
convivencia que realicemos como meta principal de la institución escolar.
Es imprescindible
enseñar a cada una de las personas integrantes de la comunidad escolar a buscar
y encontrar dentro de él las barreras que han construido en contra del amor.
Para ello podemos usar
en la escuela una antigua leyenda Cheroque que transcribimos a continuación:
Dos lobos en el corazón
Un viejo indio decía a su nieto: "Me siento como si tuviera dos lobos
peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador.
El otro está lleno de amor y compasión."
El nieto preguntó: "Abuelo, dime ¿cuál de los dos ganará la pelea en tu
corazón?"
EL abuelo contestó: Aquel lobo al cual alimentéis.
Hoy sabemos que una cantidad enorme de enfermedades (depresión, ansiedad, fobias) y un sin fin de conflictos (laborales, familiares, personales), no están causados por lo que nos ocurre, sino por el monologo que día tras día enviamos a nuestro interior. Si nuestros pensamientos y decisiones desbordan pesimismo y desesperanza, si no dejamos de criticar y evaluar a los demás y a nosotros mismos, y si solo percibimos defectos, errores, etc...
Entonces nos sentiremos terriblemente desgraciados. Nuestra manera de pensar y decidir provoca sentimientos y actitudes similares a quien nos rodea. Nuestro reto en la vida debe consistir en decidir qué actitud tomar para no enfermar, para relacionarnos con los demás, para vivir. Si decidimos vestirnos con pasión, alegría, optimismo, ilusión, no solo nos beneficiaremos, sino que todos aquellos que nos rodean se dejarán arrastrar por una vida más intensa y productiva.
La tragedia humana sin duda, es tener que elegir durante todos los días de la vida y tener que renunciar a todo aquello que no se elige. Siempre tenemos que enfrentarnos a dos alternativas igualmente interesantes a la hora de escoger. Pero podemos decidir cambiar nuestros valores, ser dueños de nuestro estado de ánimo a cada instante, y sobre todo: reflexionar sobre nuestra existencia. Pues dependiendo de nuestras decisiones y de nuestra actitud positiva: "así será nuestra vida"
Hoy sabemos que una cantidad enorme de enfermedades (depresión, ansiedad, fobias) y un sin fin de conflictos (laborales, familiares, personales), no están causados por lo que nos ocurre, sino por el monologo que día tras día enviamos a nuestro interior. Si nuestros pensamientos y decisiones desbordan pesimismo y desesperanza, si no dejamos de criticar y evaluar a los demás y a nosotros mismos, y si solo percibimos defectos, errores, etc...
Entonces nos sentiremos terriblemente desgraciados. Nuestra manera de pensar y decidir provoca sentimientos y actitudes similares a quien nos rodea. Nuestro reto en la vida debe consistir en decidir qué actitud tomar para no enfermar, para relacionarnos con los demás, para vivir. Si decidimos vestirnos con pasión, alegría, optimismo, ilusión, no solo nos beneficiaremos, sino que todos aquellos que nos rodean se dejarán arrastrar por una vida más intensa y productiva.
La tragedia humana sin duda, es tener que elegir durante todos los días de la vida y tener que renunciar a todo aquello que no se elige. Siempre tenemos que enfrentarnos a dos alternativas igualmente interesantes a la hora de escoger. Pero podemos decidir cambiar nuestros valores, ser dueños de nuestro estado de ánimo a cada instante, y sobre todo: reflexionar sobre nuestra existencia. Pues dependiendo de nuestras decisiones y de nuestra actitud positiva: "así será nuestra vida"
Conclusión
Si sembramos pensamientos
destructivos, cosecharemos discordia y caos, si sembramos pensamientos de
confianza y seguridad, podemos crear una nueva realidad en nuestras vidas.
Cuando dejemos de
confrontar con la realidad, podemos comenzar a transformarla.
Por ello es que trabajar
con nuestras emociones, entrenándolas para que las mismas logren dar un amor
incondicional, hacia los otros integrantes de la comunidad escolar, volcando
este contenido emocional en el espíritu normativo de la escuela, no tenemos
dudas que se logrará conformar el Derecho Educativo que necesita imperiosamente
nuestra sociedad.
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